Muchos creen que mudarse o trasladarse durante los meses de verano puede ser el mejor momento. Entre el tiempo que permite (la ausencia de lluvias fuertes o nieve), el hecho de que los niños puedan empezar el colegio con otros estudiantes y el activo mercado de venta de viviendas, es comprensible que esta sea una opinión popular. Sin embargo, mudarse durante la temporada no alta podría ser igual de beneficioso, si no más, para algunos.
¿Temporada alta o no alta?
La temporada alta del mercado de venta de viviendas comienza históricamente cerca de finales de mayo, pasa por los meses de verano y se mantiene fuerte hasta principios de septiembre. La temporada baja comienza a finales de septiembre, continúa durante los meses de invierno y sigue hasta principios de mayo.

Cómo influyen la oferta y la demanda en los costes de las mudanzas

Dado que aproximadamente el 70% de las mudanzas tienen lugar entre el Día de los Caídos y el Día del Trabajo, los proveedores de servicios de reubicación, como inspectores, tasadores y empresas de mudanzas de enseres domésticos, tienen una demanda extremadamente alta. Aplicando los principios básicos de la oferta y la demanda, sabemos que esto también significa un alto coste y una baja oferta.

A medida que la temporada alta se ralentiza, la demanda disminuye rápidamente. Entre la vuelta al cole de los niños y el aumento de las inclemencias del tiempo, parece que es una época poco recomendable para hacer mudanzas. Con la abundancia de proveedores disponibles, las personas se benefician de la disminución de las tarifas y de una mayor flexibilidad de horarios.

Un traslado rápido

Debido a la gran demanda de vendedores en verano, los traslados acelerados son extremadamente difíciles de realizar. Los plazos se estiran para poder encajar todo, desde las inspecciones, las tasaciones y los enseres domésticos (el embalaje, la carga, la entrega y el desembalaje). A menudo, las citas se basan principalmente en la disponibilidad de los proveedores y no en el momento más adecuado para la persona que se traslada.

Por otro lado, programar un traslado durante los meses más lentos del invierno puede hacer que la mudanza sea menos estresante. Debido a la baja demanda y a la alta oferta, las personas que se trasladan disfrutan de plazos flexibles y de una mayor facilidad para concertar citas.

Necesidades familiares

Trasladarse con niños puede ser estresante en cualquier momento del año. Aunque a muchas familias les preocupa que el traslado durante el año escolar (fuera de la temporada alta) pueda tener un impacto negativo en sus hijos, también se sugiere que mudarse durante el año escolar podría ser beneficioso para algunos. Al principio del año escolar, los estudiantes que regresan están emocionados por ver a sus amigos, y puede ser fácil para un nuevo estudiante sentirse perdido y dejado de lado. Pero si una familia se muda durante el año escolar, los niños se incorporan a la escuela de inmediato y forman parte de la acción. Esto puede facilitar que los niños conozcan nuevos amigos en su nueva escuela. Esto también ayuda a eliminar los nervios que puedan haberse acumulado durante el verano mientras se espera el comienzo de las clases.

Si bien hay pros y contras de la reubicación en todas las estaciones, hay que recordar que no todas las situaciones son iguales. Un empleado que se traslada debe considerar todos los factores y encontrar lo mejor para él y su familia, y es importante ser empático con sus necesidades.